E621-Glutamato Monosódico
Seguramente hayas oído hablar de este elemento y estés harto de leerlo entre los ingredientes de muchos alimentos.
También conocido como glutamato de sodio, el glutamato monosódico E-621 es una sal procedente del ácido glutámico, un aminoácido no esencial muy abundante en el medio ambiente.
El glutamato monosódico es, también, uno de los responsables del sabor umami, uno de los cinco sabores básicos que significa sabroso en japonés.
Es un aditivo muy usado en la industria alimentaria para producir una potenciación de los sabores en los alimentos que consumimos, es decir, se encarga de resaltar y combinar los sabores de algunos alimentos.
¿Qué es el glutamato monosódico?
El glutamato monosódico E-621 es un sustancia que se añade a algunos alimentos para potenciar su sabor. Es también conocido como proteína hidrolizada o ajinomoto y se lleva utilizando en la cocina oriental desde tiempos inmemorables ya que puede ser usado como un sustituto de la sal.
Se obtiene naturalmente de la fermentación de la caña de azúcar y de algunas algas. Es un elemento que, en el pasado, ha causado gran controversia ya que hay estudios que parecen indicar que puede ser nocivo para nuestro organismo aunque de esto hablaremos más adelante.
Si miramos detenidamente los ingredientes de los productos que compramos veremos que muchos contienen el aditivo E-621, y es normal ya que este derivado del ácido glutámico produce que los alimentos estén más ricos y sabrosos. Es decir, se encarga de engañar a nuestro cerebro.
¿Es malo?
Hay un debate abierto muy intenso acerca de este elemento ya que parece ser que algunos estudios científicos han asociado la presencia del glutamato monosódico E-621 con efectos perjudiciales sobre los seres humanos.
De hecho, no se recomienda que personas con problemas psicológicos consuman alimentos con este aditivo ya que parece ser que puede tener una influencia negativa sobre las neuronas.
Sin embargo, la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) de Estados Unidos y de la Unión Europea lo han catalogado como un aditivo alimentario que puede ser tóxico si se consume en dosis elevadas, por lo que en las dosis en las que se encuentra en los alimentos que consumimos no debe producir ningún problema.
Y es aquí donde se genera la controversia con el glutamato monosódico E-621, algunos investigadores afirman que las personas más sensibles de nuestra población sí que pueden sufrir una intoxicación debida a este aditivo.
Productos que contienen glutamato monosódico
A pesar de que puede ser un complemento alimenticio potencialmente peligroso si se consume en dosis elevadas, el glutamato monosódico E-625 se encuentra presente en una gran cantidad de alimentos. Muchos son alimentos procesados, mientras que también se añade en algunos productos naturales para mejorar su sabor.
Este aditivo está presente en la soja y en muchos quesos de los que usamos a menudo en nuestra cocina, como el cheddar o el roquefort.
También está presente en prácticamente todas carnes procesadas, embutidos, jamón serrano etc.
El glutamato también suele estar presente en muchos pescados, como el atún, y en mariscos, como las almejas.
Otro grupo de alimentos donde está presente este aditivo es el de las sopas y caldos procesados.
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